Gerónimo Helguera, condenado a prisión perpetua por el crimen de Mariela Márquez y por haber intentado matar a otro joven, fue declarado inimputable por la duda y será internado en un hospital público o en una clínica privada por los problemas de salud mental que padece. Además, un tribunal de Impugnación resolvió ordenar a la Provincia que otorgue un subsidio a los hijos de la víctima hasta que alcancen la mayoría de edad para que puedan subsistir y continuar con sus estudios.

En la mañana del 13 de octubre, según la acusación del fiscal Pedro Gallo el joven se presentó en un edificio comercial ubicado en la esquina de avenida Aconquija y calle Chacho Peñaloza, Yerba Buena, con el propósito de quitarle la vida a Juan José Ledesma, quien en ese momento estaba trabajando en una de las oficinas del primer piso y que, según quedó confirmado en las audiencias, le había cometido bullying años atrás.

Una vez en la planta alta y mientras buscaba darle muerte al joven, Helguera se topó con Márquez, que trabajaba como empleada de limpieza del lugar y conversaba en un depósito con el portero Luis Fabián Gómez. Según la acusación, extrajo de una mochila una pistola y disparó contra la joven que recibió un disparo en la cabeza y que falleció horas después. Luego intentó hacer lo mismo con el otro trabajador, pero se trenzaron en lucha. Esta víctima, con la ayuda de un mozo, logró desarmarlo y reducirlo.

A partir de ese momento se produjo una fuerte batalla legal para determinar si Helguera debía ser imputado. La discusión se mantuvo hasta la realización del juicio. Finalmente, el tribunal integrado por Carmen Rosa López, Alejandro Tomas y Eduardo González sostuvo que el acusado no era inimputable, por lo que decidieron condenarlo a perpetua por el crimen de Márquez y por haber intentado acabar con la vida de Gómez. Fue absuelto de la acusación de tentativa de homicidio en contra de Ledesma.

Los magistrados intervinientes, al confirmar que el acusado padece de esquizofrenia paranoide, debía permanecer alojado en un calabozo del penal de Villa Urquiza, pero bajo el tratamiento que ordenaran los profesionales de salud mental. El defensor Agustín Ferrari, ni bien se dictó la sentencia, anunció que impugnaría el fallo.

Repetición

Tal como ocurrió a lo largo del proceso, los jueces de impugnación Rosa López Juárez (actuó como preopinante), Jimena Suárez y Carlos Caramuti, no centraron el análisis sobre la autoría, ya que quedó claramente demostrado que Helguera fue el autor de los delitos por los que fue condenado. El debate se centró en si era o no inimputable.

Al analizar el expediente y lo que se ventiló en el debate, los tres magistrados coincidieron en que hubo dudas para determinar que Helguera era inimputable. Argumentaron su resolución en un punto clave: la junta médica que revisó al acusado nunca analizó el informe que hizo el psiquiatra horas después de que cometiera el crimen. Comenzaron a estudiar su estado de salud mental 45 días después y cuando Helguera ya llevaba un mes de ser tratado con medicamentos. Por ese motivo lo declararon inimputable por la duda, ya que la pericia, al entender los jueces, no fue realizada como lo requieren las normas vigentes.

Juárez señaló que el fallo había sido arbitrario porque el tribunal no había analizado correctamente el trabajo que había desarrollado la junta médico sin tener en cuenta algunos puntos clave. “En el caso no se ha logrado acreditar con la certeza que se requiere en esta instancia procesal que el encartado Helguera al momento del hecho haya comprendido la criminalidad de sus actos y dirigidos sus acciones. Por el contrario, entiendo que la prueba rendida en debate me lleva a aseverar que existen altísimas probabilidades de que haya cometido el hecho inmerso en un cuadro de descompensación psicótica, lo que impide sostener el pronunciamiento condenatorio”, argumentó la jueza Suárez, quien utilizó más de 100 páginas para sostener su opinión. Caramutti, acompañó los razonamientos de sus dos colegas.

Otros puntos

Pese al fallo, Helguera no recuperará la libertad. El tribunal dispuso que sea trasladado al hospital Obarrio bajo una fuerte custodia policial. Permanecerá allí o puede ser trasladado a una clínica privada para recibir el tratamiento médico correspondiente.

El joven tiene una patología que debe ser tratada, pero que no tiene cura. Será atendido por varios especialistas que definirán cuál es el tratamiento que debe recibir. También serán ellos los que decidirán si debe ser con internación o ambulatoria. Sin embargo, no podrá abandonar el centro médico sin que se realice una audiencia para que los expertos expliquen cuál es su estado de salud. Una vez que se defina esa situación, se definirá su futuro, pero no volverá a la cárcel.

Por otra parte, en lo que es una decisión novedosa, los jueces ordenaron al Poder Ejecutivo de la Provincia que se encargaran de atender los derechos de los hijos de la víctima. “Por intermedio del Ministerio que corresponda, incorpore a los nombrados a un programa que asegure la percepción mensual de una asignación dineraria suficiente para hacer frente a los gastos que implica su crianza”, dispusieron. “Asimismo deberá garantizárseles cobertura integral de salud y debido acompañamiento hasta que los mismos adquieran su mayoría de edad. Dicha obligación deberá ser cumplida aún en el supuesto de que no exista un programa específico que los incluya, en cuyo caso corresponderá su incorporación a otro existente que permita satisfacer las necesidades referidas”, aclararon.

Reacciones

“Aquí hay dos temas para reflexionar. Esto fue una tragedia y entendemos el inmenso del dolor de la familia, que es lo más importante de todo. Pero no podemos dejar de atender que este caso, si se hubiera analizado correctamente las pericias del expediente, no se habría realizado ningún juicio”, explicó Ferrari, defensor de Helguera.

“La fiscalía desde el día del hecho sabía de los problemas que tenía mi defendido, pero no lo trataron objetivamente al caso. La resolución de impugnación es un serio llamado de atención a todos los operadores del sistema judicial para que analicen con otra perspectiva las causas con personas con discapacidades”, indicó.

El representante legal de las familias de las víctimas Humberto Castaldo prefirió no hacer declaraciones sobre el tema. Sí lo hizo Patricio Char, representante de Ledesma. “Estamos asombrados, esa es la palabra. Desde el primer día que fuimos excluidos de la impugnación, absolvieron a una persona que diseñó un plan criminal para una masacre por Bullying. Decidieron absolver y dar vuelta un fallo que se había obtenido en un juicio muy extenso, de muchas jornadas”, indicó.

Deberíamos haber participado. Nuevamente los derechos de la víctimas quedan relegados, a pesar de que este nuevo sistema debería resguardarlo. No le deseo a nadie el miedo por su vida que tiene Ledesma, a quien fueron a buscar para asesinarlo con un arsenal y terminó matando a una mamá de 30 años”, concluyó.

Reacción: “La Justicia me demostró a golpes que no debí confiar en ella”

“Es la primera vez que decido hablar, no lo hice antes porque decidí confiar en la justicia. Hoy es otro día triste para mí, para mí familia, como también sé que lo es para la familia de Mariela y Fabián. Hoy la justicia tucumana nos demuestra a los golpes que nunca debí confiar”, sostuvo Juan José Ledesma, el joven al que supuestamente Gerónimo Helguera fue a buscar para asesinarlo.  

“Se dio vuelta un fallo de un largo juicio llevado a cabo como mandaba la ley, totalmente comprobado y con una sentencia unánime por parte de un tribunal de tres jueces. ¿Suena raro? Sí y estoy seguro que no solo a mí. Lamentablemente hoy los jueces deciden olvidarse y ser totalmente ajenos de quienes realmente somos víctimas, aunque me encantaría no serlo”, sostuvo el joven profesional en una nota enviada a LA GACETA.

Ledesma, en la misiva agregó: “Se olvidaron que no podremos vivir en paz el resto de nuestras vidas. Se olvidaron del ejemplo que transmiten a una sociedad, la que cree que se pueden cometer delitos y quedar impunes sin importar los hechos. Se olvidaron que lo que importa en un delito es la consciencia sobre el hecho, algo que lamentablemente aprendí durante este juicio explicado por tan buenos médicos y psicólogos. Se olvidaron del criminis causa, se olvidaron de que hubo un plan, se olvidaron que mató a Mariela. Hoy se demuestra que los hechos reales pueden ser dibujados. Aunque mi confianza sea nula, hoy decido hablar”.